Presentación

La obra “La Sal de la Vida” se estrenó en el 2002, y desde entonces ha sido representada en diversos lugares de la Comunidad Valenciana y del resto de España, además, en Agosto de 2005 inició su gira internacional en Argentina, presentándose en el VI Encuentro del Arte y la Cultura del Mercosur (Festival de Teatro Iberoamericano), y que continuó al año siguiente con su exhibición en el Teatro “El Vitral” y el “Kábbalah Bar Cultural” de Buenos Aires.

Existen dos versiones de la obra: castellano y valencià.

La Sal de la Vida en 2 minutos

Trailer promocional de la obra.
Castellano

La Obra (vídeo)

Resumen de 20 minutos, dividido en dos partes, del vídeo de la función.

Versió en valencià

Actuació del 18 d'0ctubre de 2007 a l'Auditori Municipal de Vila-real

1ª PART


2ª PART



Versión en castellano


Grabado el 13 de Junio de 2003 en el Teatro Municipal Astoria de Chiva.
Primera representación de La Sal de la Vida en su versión en castellano.
Vídeo de trabajo

1ª PARTE


2ª PARTE

Sinopsis

Sola en escena, una mujer nos lleva de la televisión a la vida cotidiana, y de ahí, a las aventuras que siempre se cuentan pero no siempre se tienen en cuenta. Una mujer, sola en su casa, cuenta su historia. ¿Qué interés puede tener? Ninguno, excepto si escuchamos atentamente. Allí están las historias del carnicero absolutista, de la pollera en fuga, del abuelo dedicado al estraperlo, de la peluquera emparentada con una mula. La mujer cuenta su historia, sí, pero sus palabras recrean la sociedad entera que la rodea. También está la historia de Pepe y Marieta, los amos del bar que, siendo del mismo pueblo, se tuvieron que conocer en París para poder enamorarse. La mujer cuenta su historia pero sueña con ser presentadora de televisión, concretamente, de un talk show. En casa ella ensaya: da consejos de moda, de cocina, de decoración, de viajes...

La Sal de la Vida incorpora técnicas teatrales y de narración oral para ofrecer un espectáculo redondo y dramáticamente eficaz.

Teatro de Género

Una de las encarnaciones de la libertad lleva el nombre de igualdad. Tanto libertad como igualdad son los temas subyacentes de La Sal de la Vida, las corrientes que fluyen a presión por debajo de la superficie de la acción de la obra. A menudo se dice que no se echa en falta algo hasta que se pierde. El público de La Sal de la Vida sabe que estamos hablando tanto de igualdad como de libertad porque, a medida que la obra transcurre, en un tono cómico y melancólico a la vez, se va dando cuenta de que nuestra experiencia cotidiana viene muchas veces impuesta por la tradición o las costumbres, que la naturalizan, le dan licencia de “normalidad”. Esto implica diferencias que poco a poco, y casi sin que nos demos cuenta, van minando nuestra libertad, nuestra gama de opciones en la vida.

Es una obra que gusta sobretodo a las mujeres, que ven reflejados en ella episodios y parte de sus vidas con una puesta en escena que incita a pensar sobre algunas historias de la cotidianeidad. Más que para conmover, La Sal de la Vida es una obra hecha para incitar a cuestionar lo que se esconde detrás de la aparente realidad; para ello se ofrece un tratamiento respetuoso a la vez que irreverente de las relaciones de convivencia con las que muchas mujeres se sienten reconocidas. Y sí, toca las emociones, ¿cómo hablar de nuestras experiencias cotidianas sin hacerlo también de las emociones, y emocionando también? Quizá sea por esto que una gran parte de las mujeres que han visto esta obra se hayan sentido identificadas con parte de la historia que muestra La Sal de la Vida.

Sin caer en los tópicos que rodean a las relaciones de género, La Sal de la Vida desgrana los diferentes conflictos de la cotidianeidad: la falta de comunicación, el aislamiento y la soledad que viven muchas mujeres para quienes el cuidado y atención a las otra personas de su entorno familiar ocupa su razón de ser, la práctica de construir realidades ficticias que permitan la evasión, la violencia que hacia ellas se dirige desde la presión social de los medios de comunicación, la banalización del llamado “universo femenino” por la prensa del corazón y la violencia de su propia pareja. También se muestran en esta obra algunos ejemplos de micromachismos que frenan, de forma poderosa y eficiente, la igualdad real, diaria, cotidiana, en el hogar, la empresa, la calle, la escuela, el autobús y el bar.

La recuperación, la dignidad personal y la reconstrucción de una vida propia se convierten en piezas angulares que el público fácilmente intuye como necesarias.

Si bien es cierto que esta obra no da soluciones al conflicto, sino que lo pone en evidencia ante el público, son las mujeres y los hombres reales quienes deben decir, y decidir, el camino a seguir en sus vidas y para nuestra sociedad. Consideramos que nuestra función como artistas sociales es aportar algunos instrumentos para esta decisión. Así al salir del teatro y ante la subrepticia desigualdad que ella, ellos, sus vecinos de butaca, sus hijas e hijos y cuantos le rodean viven cotidianamente, y las formas en que se autoengañan, nos autoengañamos, nuestro público siente (lo sabemos por experiencia, ya) la necesidad de hablar de lo que ocurre y de cómo ocurre. Y ese es un primer paso para que podamos ayudar a dar en el camino de la verdadera igualdad.

Ficha Artística y Técnica

FICHA ARTÍSTICA

Presentadora / Mujer
Gemma Peris

Autor
Roger Colom, Gemma Peris

Tratamiento de texto
Josep Izquierdo

Traducción al castellano
Roger Colom

Ayudante de dirección
Pilar Matas

Espacio escénico e iluminación
David Albert

Grabación y edición de sonido
I.E.S. LA MARXADELLA
Comunicación, Imagen y Sonido.

Cartel
Carlos Ortín

Producción ejecutiva
Gemma Peris

Dirección
Roger Colom

Producción
TEA3


FICHA TÉCNICA

Duración espectáculo: 75 min.

Tiempo de montaje: 3 horas
Tiempo de desmontaje: 45 min.

Escenario de 5 m de Boca, por 4 m. de Fondo, por 4 m. de Altura y provisto de cámara negra.
Toma de corriente para 15000 W a 380 voltios.

8 PC de 1000 W.
2 Recortes de 1000 W.
3 Canales de DIMMER.
Mesa de control de luces.
Equipo de sonido con lector de CD.

Estas son las condiciones técnicas ideales, pero el espectáculo ha sido ideado para poder adaptarse a cualquier espacio (siempre en interior).

No se precisa equipo de carga y descarga, aunque sería conveniente que hubiera un técnico de sala.

Por donde ha rodado

La Sal de la Vida se ha representado en los siguientes pueblos y ciudades:

COMUNIDAD VALENCIANA
Alboraia (Valencia)
Aldaia (Valencia)
Alginet (Valencia)
Almussafes (Valencia)
Benifaió (Valencia)
Burjassot (Valencia)
Catarroja (Valencia)
Chiva (Valencia)
Cullera (Valencia)
Foios (Valencia)
Montcada (Valencia)
Nàquera (Valencia)
Sueca (Valencia)
Torrent (Valencia)
Valencia
Vila Joiosa (Alacant)
Vila-real (Castelló)
Xeraco (Valencia)

TERRITORIO NACIONAL
Albacete
Almansa (Albacete)
Dos Hermanas (Sevilla)
Griñón (Madrid)
Molina de Aragón (Guadalajara)
Villacañas (Toledo)

INTERNACIONAL
Buenos Aires (Argentina)
Nueve de Julio (Buenos Aires - Argentina)
Eldorado (Misiones - Argentina)

Quienes somos

GEMMA PERIS es actriz (La comèdia de la tragèdia de Caldesa, Malignas Coyunturas, Zulo, Terentius); productora (Zulo, Les veus de Penèlope, La sal de la vida, La comèdia de la tragèdia de Caldesa); directora (Les veus de Penèlope); receptora de premios (Mejor actriz por Zulo en el Escènia 2002); presentadora de televisión (Castin9, Triomfadors, Club infantil); ex-camarera; truccatrice en el carnaval de Venezia; creadora de blogs; y vendedora, en paro, de ilusiones y quimeras.

ROGER COLOM es poeta (La arena prometida, La vida en sociedad); director teatral en México, EEUU, Galicia y Valencia; contador de historias escabrosas; fundador y codirector de revistas electrónicas (
Paseante Extranjero, Buenos Aires Ideal, Almacén, Libro de notas); traductor de textos burocráticos y comerciales donde muestra una clara influencia de Fernando Pessoa; y amigo de la Sociedad Colombófila de l’Horta nord.

PEP IZQUIERDO es doctor en filología catalana; autor (La bíblia en valencià: de la lecció de la sagrada escriptura en llengua vulgar); profesor; guillotinador de pianos; padre de Irene; guía turístico por los lugares siniestros de nuestra geografía; y dietista gourmand sin tiempo para cocinar ni dinero para ir a restaurantes.

DAVID ALBERT es diseñador y técnico de sonido e iluminación (La comèdia de la tragèdia de Caldesa, El casament, Les veus de Penèlope, Zulo); escenógrafo (La comèdia de la tragèdia de Caldesa, Zulo); músico teatral y roquero; ex-presidente de Pitones del Túria MC; propietario de una Harley Davidson transformada; y no es “el Prole” ni su hermano gemelo.

CARLOS ORTÍN es dibujante free-lance; ilustrador en prensa (El País, Babelia, La Mirada, Ciberp@ís, Umano, Ábaco, El Dominical); dibujante de libros infantiles y juveniles (Media Vaca, Edebé, Barco de Vapor, Bromera, Santillana, Tàndem, MacMillan), de cómics y de libro ilustrado; coordinador de proyectos gráficos; diseñador de carteles; y sobrino de un asesor financiero que nunca le ha dejado invertir en bolsa.
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Texto (castellano)

LA SAL DE LA VIDA
(Roger Colom y Gemma Peris)


1 Personaje: MUJER / PRESENTADORA

La obra se inicia con el montaje de la escenografía ante el público que accede a la sala, mientras se escuchan, de fondo, las cuñas publicitarias de una emisora de radio.
El texto de las cuñas es el siguiente:

CADENA PERPETUA. La radio de la juventud española.
Y ahora, queridos consumistas, unos consejos publicitarios de nuestros patrocinadores.

(Droguería-Perfumería Casa Rodríguez)
En la Droguería-Perfumería Casa Rodríguez encontrará los mejores artículos para el aseo de su hogar y de su persona. Drogueria-Perfumeria Casa Rodríguez. Visítenos en cualquiera de nuestras 27 tiendas. Drogueria-Perfumeria Casa Rodríguez. La de aquí al lado.

(Interiorismo y decoración “La Termita”)
Sí amiga, es el fin del mundo. Y también el de sus muebles. Si la última plaga de carcoma ha devorado sus muebles, no dejando ni los huesos, ni siquiera restos de su tejido personal, no sufra más. En interiorismo y decoración “La Termita” todos loa muebles son de hierro y aluminio. Interiorismo y decoración “La Termita” y olvidesé de las plagas.

(A Casa Viajes)
Las mejores vacaciones, las travesías más exóticas, los cruceros más lujosos. Todo eso no son más que pajas mentales. No hay nada mejor que quedarse en casa durante las vacaciones. A Casa Viajes les ofrece un més entero de vacaciones sin tener que abandonar su hogar. En A Casa Viajes se lo organizamos. A Casa Viajes, viajes a casa.

(Peluquería canina Afro)
Dicen que los perros se parecen a sus amos, pero su perro es un impresentable, su perro es una bola que greñas malolientes, su perro no es más que un chucho despeinado. Traigalo a la Peluquería canina Afro y su perro se parecerá tanto a usted que hasta sus hijos lo confundiran por la calle. Peluquería canina Afro, perros a la moda.

(Librería-Papelería “El Eslabón Perdido”)
¿Es la cultura, un paraíso perdido? Nuestra historia, ¿será siempre una vía hacia la extinción? La poesía, ¿una llanura de olvido? ¿Quiénes somos?, ¿Adónde vamos?, ¿De donde venimos? ¿Qué horas son estas de llegar a casa? En Librería-Papelería “El Eslabón Perdido” encontrará la respuesta a estas preguntas. Librería-Papelería “El Eslabón Perdido” especialistas en libros de autoayuda.

(Immobiliària “La Ruina”)
Las salidas al aire libre siempre son importantes para un niño, pero todo depende del piso que se habite, del emplazamiento y de las posibilidades que tenga la madre de poder salir. En inmobiliaria La Ruina estamos dispuestos a ayudarle a encontrar el piso ideal. Venga a vernos, en calle Canuto 3º, número 25 bis, 1º, 2º. Inmobiliaria La Ruina.

(Etimología “El Pernil”)
El origen de las palabras será un misterio para usted, pero no para nosotros. En Etimología “El pernil” conocemos las fuentes del idioma como nadie más. No tenemos competencia. Etimología “El pernil” donde todas las palabras son mayores.

(Peluquería Francis)
Peluquería Francis. El verdadero lujo de la belleza, la peluquería convertida en arte. Peluquería Francis. Los mejores productos para su cabello, piel y manos. En la Peluquería Francis le recibirán un equipo de profesionales con la más alta calificación municipal.
Peluquería Francis: estilistas, gabinete de belleza, tratamientos faciales, manicura, pedicura, botulismo, drenaje linfático, micropigmentación, fangoterapia, solarium, unisex. Financiación personalizada.

(Ferretería La Ingle)
Las paperas tienen muy mala reputación entre los padres que no las han sufrido. En Ferretería La Ingle tenemos la solución. En Ferretería La Ingle hemos renunciado a la clandestinidad. Ferretería La Ingle, un universo de hierros y otros chismes cuya utilidad aún se desconoce.

(Universidad Liberal Fernando VII)
Cuqui? Si, estoy supercontenta. Me acabo de sacar el doctorado en técnica especialista en uñas y pedicura por la Universidad Liberal Fernando VII. Estoy super emocionada. Oye, y mañana entro a trabajar en la peluquería de Paquita. Es mi primer contrato basura. Universidad Liberal Fernando VII. ¡Vivan las cadenas!

(Alta costura “El Caballito”)
¿Resultó una horterada el vestido que llevó usted a la última boda? ¿Oye todavía las risas de sus amigas y conocidas? No se preocupe más. En alta costura “El Caballito” no sólo le pondremos las pilas, sino que la insertaremos, incluso con calzador, en un vestido la mar de bonito. Déjese ya de hacer el idiota y venga a “El Caballito”. Calle Cueros S/n. Polígono industrial Virgen de las Dos Cabezas.

(Pollería Cecilia)
Para los gazpachos y la sartén los mejores productos.
Pollos de granja, gallinas de corral, conejos como los de antes... ay! Y aquellos huevos de la abuela.
Encontrará todo esto en Pollería Cecilia, una polleria tradicional. Pregunte por la señora Cecília, el mejor trato y el más personal.
Pollería Cecilia. Productos ancestrales.

(Bar París)
¿Cuantas veces se ha visto usted en la necesidad de comer fuera y ha visto que los menús que le ofrecían eran una... mierda? ¿Cuantas veces se ha arrepentido de no traer el bocadillo de casa? Bar París. Donde el buén gusto y el precio asequible se dan la mano. Bar París. Donde le atenderan Pepe y Marifé. Bar París.

(Carnicería el Monarca)
Para gobernar la monarquía parlamentària, y para la carne, Carnicería el Monarca, donde usted encontrará los chuletones más sabrosos, las costilla de Adán, chorizos como para aprender a robar. Y todo esto a precios absolutamente espectaculares.
Porque sólo lo mejor es suficiente, no lo olvide, Carnicería el Monarca. La de la esquina.

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(La MUJER entra, con un cubo y una fregona, cantando “Tatuaje” de Concha Piquer. Friega. Coge el multiusos y un trapo y limpia el espejo. Deja el multiusos de nuevo en su sitio. Va hacia la mesa, se sienta. Se pone las gafas.)

PRESENTADORA: Queridas amigas, muy buenos días y bienvenidas a un nuevo programa, La Sal de la Vida. Un programa donde queremos compartir con todas ustedes todos esos pequeños consejos para vivir mejor, para vivir en armonía. Aunque también para ellos porque, afortunada o desgraciadamente, cada vez más los hombres tienen que estar en casa y se preocupan por la educación, por aprender a cocinar, por todas esas labores que siempre hemos tenido que hacer las mujeres; o porque están en el paro o porque desgraciadamente se han quedado viudos, o permanecen solteros. Ellos también queremos que formen parte de nuestro programa, La Sal de la Vida, su programa, queridas amigas.

¿Y porqué La Sal de la Vida? La sal, amigas, es la chispa de la vida, es la alegría, el placer, la ilusión. Una persona salerosa es una persona que invita al diálogo, a la fiesta, a la animosidad.
Nuestro cuerpo es en un 70% agua, y ese agua, el plasma, tiene gran cantidad de sal, ¿a
que sí? ¡Por eso la sal es vida! Por ejemplo, si vamos al médico y después de exhaustivos análisis nos indican que nos ha subido el azúcar, el médico nos dirá que tenemos diabetes, y a casi nadie le gusta estar enfermo. Además, si no fijamos, más del 50% de la palabra salud, ¡es sal! Así que recuerden queridas telespectadoras, la sal es chispa, la sal es vida.

Por otro lado también, pensemos: ¿dónde vivimos? En el Mediterráneo. Nuestro país es básicamente mediterráneo, está bañado por el Mare Nostrum, con esa arena cálida, ese sol brillante y que nos depara esa luz tan especial y de color naranja, por esa sal que el viento de levante nos trae y que nos llena cada día. Sí, sí, es cierto, ya se que me dirán que hay zonas en nuestro país bañadas por el Cantábrico y por el Atlántico, pero detengámonos un instante a pensar, fundamentalmente atlánticos son los portugueses, pero ellos si que son europeos. Así que, teniendo en cuenta nuestra mediterraneidad, esa sal que está en el aire, que llevamos en la sangre, que nos cubre cada día como si fuésemos... lubinas, o doradas, tenemos que aprovecharla, tenemos que llenarnos de ella. Porque cuando nos levantamos por la mañana y nos miramos en el espejo, ¿qué es lo que vemos?...

MUJER: ¡No!

PRESENTADORA: Amigas, como ya saben, la publicidad ordena y manda en la televisión. Ahora haremos una pequeña pausa, pero en poco menos de una eternidad volveremos para hacerles compañía, aquí, en La Sal de la Vida. Hasta ahora. (Va a por el multiusos y el trapo. Empieza a limpiar la mancha.)

MUJER: Ya está. Ya ha tenido que pasar Paco con esas manazas, el muy guarro y mancharme la pared. ¡Y esta no se va! Tendré que volver a pintar, y que no me haya manchado nada más, porque vamos. ¡Ay!, pintar, pintar, pintar. ¡Qué desastre! ¡Si es que está en el medio de la pared! Y el sofá, tendré que cambiar el sofá porque esto ya no puede ser. Este sofá está que da asco y yo, yo estoy harta de limpiar fundas, tendría que ser un sofá de micro fibra que no se ensucia... Y la lámpara, Pero claro Paco no va a querer, y ahora yo ¿qué hago?

No, ya está, claro, si llamo a Cati. Es su única sobrina, la hija de su único hermano, es la
niña de sus ojos. Sí, sí, sí, sí, sí, sí, yo hablo con Cati, que además trabaja en una tienda de decoración. Ella hablará con Paco. Yo la llamo: “Catalina, cariño, operación re-decoración” y ella me ayudará, me acompañará a comprar y sobretodo le convencerá.

PRESENTADORA: Amigas, quiero que recibamos con un fuerte aplauso a nuestra primera invitada, una gran especialista en decoración e interiorismo, Catalina Cullell. Catalina, adelante. Por favor un fuerte aplauso. (No entra nadie.)

Muy buenos días Catalina. La decoración. Cómo llenar de color, de vida, nuestro hogar, cómo darle ese matiz personal, ese punto de orgullo que hace que sea nuestro y de nadie más. Empezaremos, por ejemplo, con la pintura, porque el color de nuestras paredes crea ambiente, da vida, da todo eso que queremos propinarle a nuestra existencia. Por ejemplo, si queremos decorar nuestra habitación, el dormitorio, ese espacio de reposo, de calma y de paz, debemos buscar colores que nos lleven al descanso, a la calma, a la paz, a la tranquilidad. La habitación podría estar pintada con colores tenues, pastel, un agua-marina, un verde, un ocre muy suave, eso dará un paréntesis merecido a nuestras inquietudes diarias. Igual que en el estudio o en el saloncillo donde reposamos después de comer, cuando toda la sangre nos llena el estómago y nos deja postrados, inútiles para cualquier actividad que no sea la siesta.

Por otra parte, si lo que queremos es pintar todos esos espacios donde recibimos a nuestros amigos, donde celebramos las cenas, las fiestas, ahí tenemos que darle vida, color, espíritu, ¡sal! Nuestro salón pintado de un color teja, o, si realmente somos atrevidas, ¿por qué no ir más allá, hacia los fucsias, los morados? Eso le dará un punto chic y moderno que probablemente sorprenderá a todos esos amigos y familiares que vienen a vernos por compromiso. El color, el color tiene que llenar la casa. Y no olvidemos que todo esto debe ir acompañado por la decoración, por un mobiliario sutil y moderno. Las cortinas, por ejemplo.

Las cortinas, amigas, son fundamentalísimas en la casa, porque visten nuestro hogar, son la tela, el vestido de nuestras habitaciones; y no tienen porque ser unas cortinas clásicas, de riel, si no queremos. Se pueden colocar esos magníficos stores que caen en recto sujetados por esas varillas de plástico y que generalmente se dejan adquirir en multitud de colores, que bien combinados, deben amortizar perfectamente con el ambiente que queremos crearen el salón o en la habitación. O, reincidiendo en la modernidad, si realmente somos atrevidas, amigas, ¿por qué no colgar esas fantásticas persianas de vinilo que caen, dándole un aspecto informal, como de oficina, rompedor, pero sin caer en la extravagancia inútil? Además, si en la familia vive un artista siempre se le puede subvencionar para que decore esas persianas de vinilo con un pequeño collage, o una pintura. De tal modo, podrán hacer de su casa, un hogar realmente personal, único, en régimen de propiedad para siempre, o hasta que la muerte los separe. ¿Y qué decir del mobiliario? De todos esos grandes y pequeños objetos, que nos entierran en una vida más fácil. Amigas, el pino está pasado de moda; sí, ya lo se, dirán ustedes: es un gran clásico, es un mueble que da calor, es el rey de los materiales, es cierto amigas. Pero en una época en la que aspiramos a la modernidad, en la que buscamos tiempo, debemos buscar también materiales nuevos, materiales que nos lleven a donde se encuentra ese tiempo. El aluminio y el vidrio, por ejemplo, amigas, es el imperio. Imagínense, una mesa de centro café, con una estructura de aluminio brillante y encima, gobernándola, una placa de vidrio de 5 cm. de espesor. Eso nos dará espacio, la luz atraviesa el cristal, amigas, y además, con un solo producto, un multiusos, conseguiremos limpiar todas las superficies de la casa. Ahorraremos tiempo, tiempo para nosotras.

Un sábado por la tarde, cuando llega nuestro marido con sus amigos para ver el partido y se tumban en el sofá...

MUJER: ...y ponen los pies encima de la mesa y esperan que tú le traigas esos canapés, esos sándwiches de mortadela que les has preparado con tanto cariño, las cervecitas bien frías...

Sí, los sándwiches de mortadela que les has preparado con cariño, que te has pasado horas y horas en la cocina, pero resulta que te has equivocado de mortadela – “Esta no es la mortadela de siempre, cielito. ¿Se puede saber qué coño has estado haciendo todo el día? ¿Y qué mierda de sándwich es esta?” – Él siempre gritando, siempre se queja...

PRESENTADORA: Amigas, el fútbol, las mujeres también podemos ser adictas. Sí amigas, estamos en una época, como ya hemos comentado antes, de igualdad de oportunidades, una época donde todas y todos tenemos el mismo calado en la sociedad. Entonces amigas, teniendo en cuenta que a nuestros maridos les encanta que nosotras nos pleguemos a sus aficiones, si a ti te gusta el fútbol y a él le gusta el fútbol, tendrá que compartir. Hallaréis la misma alegría, la misma animosidad de cara a un evento tal como es un partido. ¡Ya no serás tú la que se pase horas y horas en la cocina preparando esos sándwiches, la que tenga que bajar al supermercado a comprar las cervezas!¡No amigas! Teniendo en cuenta que a nuestros maridos les encanta que nosotras nos pleguemos a sus aficiones, si a ti te gusta el fútbol y a él le gusta el fútbol, tendrá que compartir. Hallaréis la misma alegría, la misma animosidad de cara a un evento de la envergadura de un partido. ¡Ya no serás tú la que se pase horas y horas en la cocina preparando esos sándwiches, la que tenga que bajar al supermercado a comprar las cervezas! ¡No amigas! Teniendo en cuenta que a nuestros maridos les encanta que nosotras nos pleguemos a sus aficiones, si a ti te gusta el fútbol y a él le gusta el fútbol, tendrá que compartir. Hallaréis la misma alegría, la misma animosidad de cara a un evento de la envergadura de un partido. ¡Ya no serás tú la que se pase horas y horas en la cocina preparando esos sándwiches, la que tenga que bajar al supermercado a comprar las cervezas! ¡No amigas! Él querrá compartir todo eso contigo, querrá formar parte de esa preparación, igual que tú formas parte de la eucaristía nacional que es el fútbol.

Pero ¿qué tiene el fútbol que haga que nosotras nos podamos aficionar? Ahora me dirán, ¡ay pícara, pícara! Pensemos, veintidós hombres, cuarenta y cuatro piernas, jóvenes, ágiles, enérgicas, musculosas, sudadas, llenas de cicatrices por las múltiples operaciones de menisco y peroné, con esos equipamientos de pantalón corto, con esas camisetas de fibra sintética, esos calcetines. Los futbolistas son jóvenes y ricos. ¿Quién no querría un futbolista como marido? Y todo eso, sin contar con los tres personajes de negro que suben y bajan dándole al pito y dejando caer todo el peso de su autoridad. Bueno, ahora ya no van de negro. Porque por suerte, también la modernidad, también la moda se instala en nuestro deporte. Sí, amigas, la moda.

Quiero que recibamos con un fuerte aplauso a nuestra siguiente invitada, nuestra especialista en moda y estética, Jennifer Pérez, por favor un fuerte aplauso. (No entra nadie.)

Jennifer, bienvenida nuevamente a La sal de la vida, siéntate aquí por favor, a mi lado. La semana pasada comentábamos como la moda de los futbolistas había penetrado nuestra vida cotidiana y hoy nos vamos a introducir en un nuevo deporte, que a su vez tiene tanto que ver con los futbolistas, estamos hablando, como todas ustedes ya habrán adivinado, del golf. Pero antes, si no te importa Jenni, yo quisiera que volviéramos al tema de los futbolistas. Verás la otra noche, en una fiesta... –porque la gente de la televisión, queridas amigas, también salimos por la noche, nos gusta ir de fiesta, divertirnos vaya, también tenemos la capacidad, aunque a menudo escasa, de disfrutar de la vida.– Pues lo que te decía Jenni. La otra noche, en una cena con gente de la televisión, vi entrar una jovencita –bueno, ya no tan joven: tendría unos 24 ó 25 años– que iba exquisitamente vestida. Exquisitamente vestida pero al mismo tiempo, juvenil, alegre, fresca. Vestía un pantalón estrecho, muy ajustado pero no excesivamente corto, porque no pretendía provocar, con una camiseta ancha con un deportivo escudo, y un detalle que me hechizó: en la cabeza llevaba, a modo de tocado, un pañuelo o bufanda deportiva, que le daba un aire de absoluta…, gracias Jenni de absoluta deportividad. Y eso me condujo a cavilar mucho, pero muchísimo. ¿Cómo podemos adaptar toda esa moda deportiva a nuestra vida cotidiana, a nuestros acontecimientos, a nuestras celebraciones? Piénsenlo amigas, qué maravilloso sería poder ir a una boda, a un cóctel, o a una cena, cómodas a la par que elegantes y para nada ostentosas. Una falda plisada con un tejido brillante y con caída, una blusa o camiseta que no quede muy pegada al cuerpo y con un pequeño detalle, el escudo de nuestro equipo favorito; y en las piernas, otra de las cosas que me apasionan del deporte, utilicemos esas... esas medias largas, que llegan hasta la rodilla, con colores vivos y con un dibujo que haga juego con el escudo de la camiseta; y por fin amigas, la revolución. Coronemos el pié con un zapato brillante, de charol o de cualquier sucedáneo, muy de moda, elegante y plano. ¡Ay amigas!, poder evitar el tacón. ¿Cuántas de nosotras hubiésemos querido ir sin tacones, pero sin perder la elegancia, a la celebración de los momentos más importantes de nuestra vida?

MUJER: Bueno, yo habría pagado lo que fuera por no llevar tacones el día de mi boda. Tú no sabes lo que es que en la discoteca a las cinco de la madrugada tengas los pies como si te hubiera pisado Merceditas, mi vecina la del 5º; menos mal que en el 84, los zapatos eran de tacón cubano, que es tacón pero bajito. El día de mi boda... Yo, era la mujer más feliz del mundo. Estaba perfecta por fuera, y por dentro. Pero para llegar a eso... Depilación completa, a la cera, de piernas, ingles y axilas, y depilación eléctrica en cejas y bigotito... Y la manicura, pedicura, masajes corporales. Bueno, y el régimen. Dos meses de régimen estricto, pero estricto eh? Todo era a la plancha. Verdura a la plancha, pollo a la plancha, carne a la plancha, pescado a la plancha, ¡¡¡HASTA EL ARROZ ME LO HACÍAN A LA PLANCHA!!! Sin contar con que dos días antes de la boda tuve que hacer el régimen de la Luna: dos días a base de tres litros y medio de agua con limón al día. Pero llegué, perfecta. Mi vestido... a mi es que me encanta Audrey Hepburn y me apasiona la película Sabrina. Yo quería el vestido que lleva Sabrina en la fiesta nada más llegar de París. Un vestido con escote palabra de honor bien, bien, bien ajustado al cuerpo, con una especie de vuelo y una cola que no llega a tocar el suelo. El modisto no paraba de quejarse: “Vamos a ver bonita, cómo te lo tengo que decir, vos no tenés tetas para lucir ese vestido. No las tenés, guapa, y no las vas a tener nunca. Mirá no pienso pasarme horas y horas para que al final te quede como una mierda y además tenga que firmarlo yo. ¿Me entendiste?” Mentira. Lo firmó él, y se pasó horas y horas y horas, pero quedó... Total al final solo le hacían falta dos ballenitas bien colocadas y relleno, porque eso sí, mi delantera no es la del Real Madrid, no lo voy a negar. ¡Pero estaba...!

(Coge el mocho y empieza a fregar. Mientras friega canta una copla o bolero que no sea “Tatuaje”.)

¡Y el pelo, llevaba un peinado...! Yo tenía el pelo larguísimo, una cascada de rizos como no te imaginas, me caía todo por la espalda, por aquí. Me lo peinó Paquita, bueno, Francis. Es que resulta que hace unos años se fue a Barcelona a hacer una cursillo de esteticienne, al Instituto de Belleza Francis de Barcelona, y cuando volvió… “Señoras, se acabó, a partir de ahora, me van a llamar Francis. Cambio el rótulo y me modernizo: Peluquería Francis. Estilistas. Gabinete de belleza, tratamientos faciales, manicura, pedicura, botulismo, drenaje linfático, micropigmentación, fangoterapia, solarium, unisex. Financiación personalizada.” Las clientas más jóvenes dices bueno, pues te acostumbras, pero las más mayores, “Chica, toda la vida llamándote Paquita y ahora hay que llamarte Francis?, ¡con lo bonito que es Paquita! Cuanto modernismo y que poco salero, la verdad”. Al final en el pueblo todos la llaman Paquita-Francis. Se ha quedado así. A la cara no se lo dicen claro, pero en Paquita-Francis se ha quedado. Menos algunos hombres, que todas sabemos como son, que cuando ven que vas a la peluquería dicen: “¿Qué vas, a ver si te arregla la mula?” Por lo de la mula Francis. Pero, a la hora de trabajar es la más trabajadora. Otra cosa no, porque celestina como ella...; a las pobres chicas que tiene en la peluquería las lleva por la calle de la amargura, siempre les está buscando novio; pero bueno, peinar, peina de maravilla eh? las cosas como son. Me recogió el pelo –ay, perdona– (Va a dejar el mocho en su sitio.) estuvimos cuatro horas y media, primero me lo enrolló todo en la cabeza, me hizo la toga, con la misanplis, y después pasamos a la plancha, todo planchado, planchado, quedó liso como una tabla, recto, absolutamente liso, ya me llegaba por aquí, yo no había tenido el pelo tan largo en la vida, estaba conmocionada. Y aquí delante me dejó dos tirabuzones que la verdad, yo no sabía para qué eran, pero después me dijo: “Te voy a hacer un recogido deshecho pero muy trabajado, y con esos dos mechones te voy a dar un aire romano” y me los recogió con unas florecitas de azahar, de decoración, que combinaban a las mil maravillas con el ramo de novia. Menuda entrada en la iglesia, yo era la mujer más feliz del mundo, cuando me acuerdo todavía se me pone la piel de gallina.

(Se ve la cara en el espejo.) ¿Dónde he dejado yo el maquillaje? ¡Ah, míralo! (Va hacia la mesa. Coge el neceser.)

PRESENTADORA: (De pie mirando al público.) El maquillaje es de una importancia extrema, es nuestra carta de presentación, nuestra imagen ante el mundo. ¿Cómo conseguir un maquillaje perfecto? ¿Cómo conseguir todos esos matices que resalten nuestra personalidad? No lo duden y tomen nota de estos brillantes consejos patrocinados por Casa Rodríguez, Droguería-Perfumería, la de aquí al lado. (Se sienta. Abre el neceser y deja caer el contenido.)

UNO: Empezaremos con una crema hidratante, siempre pueden escogerla con un ligero tono de color, pero nunca superior al tono de su piel. Eso le dará luminosidad, vida. De ahí pasaremos al DOS: corrector de ojeras y labios: luz, amplitud, un rostro para la seducción. Y todo, matizado con TRES: una buena base de maquillaje, rematada con polvos de arroz, para eliminar esos brillos que a ninguna de nosotras nos gustan, dándonos el auténtico tono de porcelana que anhelamos. Y ahora CUATRO: los ojos. Los ojos son vitales. Y debemos utilizar un perfilador muy suave, que nos alargue la mirada, que nos la encienda y le de una cierta profundidad espiritual, que naturalmente será auténtica. Y todo esto acabado con CINCO: el rimel. ¿Cómo alargar esas pestañas, amigas, y cómo hacerlas infinitas, para que la caída de nuestra mirada sea la más sensual? Acto seguido SEIS: el colorete. Con el colorete deben extremar la precaución porque no todos los rostros son iguales. Tienen que saber estudiarlos y, si tienen la cara redonda, ovalada o tirando más bien a cuadrada, el colorete irá en un sitio distinto. Estudien sus facciones con sumo detenimiento. Y finalmente, amigas, lo más importante, lo que le va a dar realmente vida al rostro, SIETE: los labios. Los labios tienen que ser sensuales, tienen que incitar y provocar que la gente ansíe nuestro beso, la seducción, aunque nosotras no queramos que nos bese ni que nos seduzca nadie. Los labios tienen que ser gruesos, carnosos, brillantes. Si por desgracia es usted una mujer de labios finos, no se preocupe, con un perfilador, siempre del mismo color que el de sus labios, dibujando por encima de la línea del propio labio, conseguirá esa carnosidad que busca. Y por fin, OCHO: el color. El color debe ser terso y brillante. Pero sobretodo, amigas, debe ser permanente. Porque la noche es larga y bebemos, fumamos, nuestro marido también fuma y también bebe y quizá se pasa y NUEVE: te suelta una ostia. (Reprimiendo el llanto.) Y el pintalabios no se puede correr jamás. Ante el mundo aspiraremos a la perfección. Esa es nuestra fuerza.

MUJER: (Empieza a guardar los diferentes potingues en el neceser.) El maquillaje para la boda, me lo hizo Paquita-Francis. Era fantástico. Además me dijo: “Pero si tu ya tienes carita de ángel cariño; nada, unos retoquitos, que solo brilles, que seas la más guapa”. Y sí, sí, lo que más me gustó es que me duró casi toda la noche, incluso hasta después del banquete; casi no tuve que retocarme, era perfecto.

Ay, el banquete. Imagínate un gran salón, con una mesa presidencial enorme y delante mesas redondas para diez comensales cada una. Con manteles de lino, las cuatro copas, todos los cubiertos. Y el menú. De primero yo quería unas frivolidades, ya sabes, salmón, caviar, ahumados, paté. Pero mi suegro: “¿Frivolidades en una boda? En una boda, de primero, tiene que haber entremeses, como Dios manda, como se ha hecho toda la vida.” Es que mi suegro, como buen emigrante, es muy tradicional. Se ha pasado media vida en Alemania y es más español que la Pantoja. Así que en entremeses se quedó. Eso sí, de pata negra: jamón de Teruel, lomo embuchado... De segundo elegimos marisco. A mi me habían dicho que el marisco es afrodisíaco y claro, llegaba la noche de bodas y chica yo quería probar. Vieiras, ostras, navajas, percebes, berberechos, gambas, langostinos… Y de tercero el plato fuerte, la guinda: pato a la naranja. Mi suegro volvió a quejarse: “Ja, ya ves tú, pollo en una boda, abrase visto. ¿Pero se puede saber esta niña en que está pensando?” Lo que sí que le gustó fue el postre. Pijama: con sus banderitas y las sombrillitas... y el pastel: tarta al whisky semi-fría. Seis pisos de pastel, con las dos figuritas en todo lo alto. Lo cortamos con una navaja de Albacete impresionante.

Y el regalo de la madrina, los puros del padrino. Eso sí, yo cumplí con todos los requisitos de una novia tradicional: una cosa nueva, una cosa vieja, una cosa regalada, una cosa azul, el corte de la liga y el de la corbata, que, por cierto, sacamos dinero a espuertas.

Fue un banquete fantástico. Chica, dijera lo que dijera mi suegro, quien realmente entendía de gastronomía quedó encantado.

PRESENTADORA: La gastronomía es de vital importancia en la vida moderna. Pensemos: los grandes avances tecnológicos, todos esos nuevos electrodomésticos que llegan hasta nosotras para cocinar con más facilidad, más rápidamente, más cómodamente. Todos ellos, electrodomésticos que nos van a dar tiempo, a nosotras, nuestro propio tiempo. Combinar las antiguas recetas tradicionales, con las nuevas tendencias culinarias. Poder pasar de un potaje a una crema de verduras, a una espuma de chorizo, a una mousse de pepinillos con regaliz. Los productos de temporada, la cocina de mercado, amigas, eso es la modernidad. La verdadera cocina está en conseguir el punto de cada comida. Volvamos, si ustedes quieren, al nombre de nuestro programa: La Sal de la Vida. Ya saben: cocina dulce, cocina para todos, cocina salada, cocina para nada. Pero... ni podemos cocinar tan dulce, ni podemos cocinar tan salado. ¡Tenemos que encontrar el punto! Ese punto que hará que nuestro marido, después del ágape que le hemos preparado, se quede tranquilo, relajado en el sofá y tú, te librarás de esa somanta de palos, que todos y todas, en algún punto de nuestra existencia, nos tendremos que merecer.

MUJER: El que de verdad sabía de gastronomía era mi abuelo. Hacía unos garbanzos con aceite de oliva y unos chuletones a la brasa que eran gloria divina.

Mi abuelo, que en paz descanse, era el historiador del pueblo, junto con el médico, que ya está muy mayor el pobre. Pero de jóvenes eran socios comerciales. Resulta que aprovechando la buena situación social del señor médico y los contactos comerciales de mi abuelo, decidieron dedicarse al estraperlo. Pero no al estraperlo de productos de primera necesidad: harina, azúcar, leche, carne, lentejas. No, no, ellos se dedicaban al estraperlo de artículos de lujo. Esos eran los productos de primera necesidad de las clases altas: Abrigos de piel, sedas finas, joyas... ¿no? Una noche, mi abuelo tenia que reunirse con un contacto para recoger un cargamento de abrigos de piel; y después de encontrarse en un bar, fueron al almacén. Aquella noche hubo una redada de la guardia civil. Y detuvieron a mi abuelo y al contacto. ¡Yo no quiero ni imaginarme cómo se pondría mi abuela! Estuvieron toda la noche de interrogatorios, primero al contacto, después a mi abuelo, luego a mi abuelo, y otra vez al contacto. Por fin, a las ocho de la mañana a mi abuelo lo dejaron libre y sin cargos. Eso sí, le devolvieron todo el cargamento, porque claro, las que iban a comprar esos abrigos, eran las esposas de los mandos, y sus amantes claro. Al que no soltaron fue al otro, parece ser que se dedicaba también al estraperlo de penicilina y en aquella época, y por culpa de eso, murió mucha gente... pero bueno, la cuestión es, que después de muchos años y aprovechando su buena situación y los conocimientos históricos que tenia de la ciudad, mi abuelo quiso construir el Nuevo Círculo de Bellas Artes, el antiguo lo habían derribado los nacionales durante la guerra y mi abuelo quería levantarlo de nuevo, era su lugar de reunión. ¡Quedó! Unas cristaleras en la entrada, de muchos colores, y dentro, un salón grandioso con el suelo de mármol, y mesitas redondas, con las sillas a juego. Era estilo años cincuenta que ahora vuelve a estar de moda. Allí se reunían, organizaban cenas, bailes, celebraban lo juegos florales, hacían sus tertulias, leían el periódico, iban a jugar al ajedrez. Allí, mi abuelo le enseño a jugar al ajedrez al Monarca.

El Monarca es el carnicero de la esquina. El sobrenombre se lo puso mi abuelo, por lo de las monarquías absolutas. Resulta que de joven, y hasta hoy, ha tenido la manía de decirle a todo absolutamente algo. “La carne de hoy cariño, está absolutamente fresca”, “Hija, ¿tu te has percatado de la climatología tan absolutamente gélida que tenemos este invierno?” O, si no, cuando veía a mi abuelo: "Señor Antonio, usted sí que es, absolutamente, un señor”. Cuando voy a comprarle, él, que es más agarrao que un chotis, todavía me hace descuento: “En memoria de tu abuelo, hija mía, que me enseñó a jugar al ajedrez y me dio un barniz de cultura que buena falta me hacía. Tu abuelo era un auténtico caballero, un patriota.”

Cuando era pequeña iba al Círculo con mi abuelo, a mi también me enseño a jugar al ajedrez, y nos pasábamos tardes enteras jugando, y a veces incluso se dejaba ganar. Con él no me aburría nunca. A veces todavía juego al ajedrez con el Monarca, pero a él siempre le gano.

Mi abuelo no gritaba nunca, pero lo que decía iba a misa. Un día estaba discutiendo con mi madre y le dijo: “Mira hija, tú harás lo que te de la gana, pero la niña –es decir, yo– hará la selectividad. Es posible que un día tenga que valerse por ella misma y tiene que ser capaz de hacerlo.” Y pasé la selectividad con nota.

Muchos días paseaba con mi abuelo y pasábamos por la pollería de la señora Cecilia y él siempre me decía lo mismo. “A esta mujer trátamela bien siempre, que en su vida ya ha sufrido para dar y tomar” Parece ser, que hace muchos años, la señora Cecilia tenía un novio de aquí del pueblo, y una noche, en una redada, la policía lo arrestó y no se volvió a saber de él. Ella con el sofoco se fue del pueblo tres meses después. Hay quien dice que se fue a abortar, pero mira, yo no tengo pruebas, y a mi el cotilleo no me va. La cuestión es que se fue y no volvió hasta cuatro o cinco años después, y eso a mucha gente le pareció raro. Su familia le ayudó a montar la pollería y a partir de ahí se desentendieron de ella por completo. Normalmente es el ama de casa la que va a comprar. Pero su familia no iba nunca. Ellos mandaban a la criada. De hecho, cuando Cecilia abrió la pollería mi abuela tampoco iba. Iba a otra, a la que habíamos ido toda la vida y que quedaba más lejos. Un día mi abuelo le dijo: “Mira Marita, en esta casa, mientras Cecilia tenga la pollería abierta y yo siga vivo, se le comprarán los pollos, las gallinas, los huevos y los conejos, a Cecilia; y si no en esta casa no se comerán pollos, gallinas, huevos ni conejos; y si lo compras en cualquier otro sitio, yo me enteraré, y tú y yo tendremos problemas, ¿estamos de acuerdo?” Cuando era pequeña mi madre me mandaba a mí a comprar donde la señora Cecilia y ella siempre me daba un trozo de pollo, o de gallina y me decía: “Toma, esto es para tu abuelo, para el caldo, pero no se lo digas a nadie eh?” A veces, cuando vamos a recoger a mi madre después de misa, los domingos, la veo paseando, siempre triste, siempre sola.

Es que los domingos vamos a comer a casa de mi madre, o a la de mi suegra, cada domingo a una, pero antes vamos, con el hermano de Paco y su mujer, a tomar el vermú al bar de Pepe y Marieta. Menudo par, su historia no tiene desperdicio... –un momento. (Aparta la mesa hacia un lado del escenario y acerca el sillón y la lámpara al proscenio. Se sienta.) Ellos son del pueblo de toda la vida. Vivían en la misma calle, prácticamente pared con pared. Pero se llevan cinco años de diferencia, y claro, como cuando eres joven, y con esa diferencia de edad no terminas nunca de juntarte, y nunca llegas a conocer a las demás pandillas, pues no se conocían. La cuestión es que hace años, los dos, por separado claro, decidieron irse a Francia a trabajar, a París. Pepe empezó trabajando en los subterráneos de París, es un gran conocedor del metropolitain, pero acabó de cocinero en un restaurante del Boulevard de las Malas Hierbas, que era lo que de verdad le gustaba. Marieta se fue a servir, pero acabó de camarera en un restaurante del Boulevard de las Malas Hierbas, el mismo que Pepe. Y claro, se encontraron. Alegría y sorpresa, ¡imagínate!, es que la española cuando besa...

Pepe por aquel entonces tenía una novia francesa, según él, muy repipi, pero cuando vio a Marieta... se acabó la novia, y se acabó el repipi. Se enamoraron perdidamente; empezaron a salir, y en cuanto pudieron cogieron todo lo que habían ganado y volvieron al pueblo. Aquí se casaron y montaron el bar París. Pepe se encarga de la cocina: desayunos, almuerzos, aperitivos, tapas, comidas, meriendas y cenas. Marieta le ayuda, pero su trabajo está en el salón, atender a los clientes, tenerlo todo a punto, y es delicadísima. Pone copas de agua y de vino, no de las caras, pero copas. La cubertería siempre brilla; siempre saca bajoplatos de decoración. Una de las cosas que más me gustan es que pone manteles de tela, de cuadros pero de tela. No soporto los manteles de papel, son un quiero y no puedo, además que siempre pasa lo mismo: Un día sales a comer con los amigos, y tu marido, como siempre, coge el cuchillo y empieza a cortar el mantel. Tienen esa manía, como si no se les ocurriese nada mejor. O sino, coge el bolígrafo y empieza a practicar la firma y ya tienes la mitad del mantel todo rallado. Y claro, los niños lo ven todo y lo copian todo. Y llega el día de Navidad, y comemos toda la familia, y tú preparas la mesa, con un mantel de lino, blanco, perfecto, nuevo, y llega el niño y, o intenta cortarlo con el cuchillo, o coge el boli de su tío y se pone a dibujar, ¡y tú te pasas toda la comida histérica! Pero es que... y mira, llámame maniática si quieres, pero las formas en la mesa son importantes, y Marieta las tiene.

Paco y yo fuimos a París de luna de miel precisamente por Marieta, porque si llega a ser por Pepe. Pepe no para de renegar: “¿Francia? Francia es una puta mierda hombre. Ahí te matas a trabajar más horas que un tonto por una miseria, y siempre eres un emigrante, un citoyen de segunda categoría. ¿Yo?, yo no pienso volver, mira bien lo que te digo.” Marieta es todo lo contrario, es más romántica, como yo, y siempre me decía: “Vete a París mujer, yo me enamoré en París.” Y fuimos a París. La verdad es que a mi me hacía muchísima ilusión, porque en el Instituto, había estudiado la Revolución Francesa y yo tenía muchísima curiosidad por ver la torre de la Bastilla –mi madre se ha pasado la vida diciéndome que soy una chica demasiado curiosa–, pero yo quería ver esa torre enorme, toda negra y mohosa donde habían guillotinado a tantos… reyes, duques, marqueses... vamos, que les habían cortado la cabeza. Cuando llegamos a París, de la bastilla solo quedaba una columna y cuatro piedras. ¡Ya ves tú que chasco! Pero bueno, mejor, porque tener esa torre toda negra y sanguinolenta al lado de edificios como la ópera, o la plaza de los Vosgos, queda… no se, como poco elegante.

PRESENTADORA: (Se levanta y le habla directamente al público.) Los viajes de novios, amigas, la luna de miel, ese viaje que marca el inicio –y, posiblemente el destino– de nuestra trayectoria como pareja. ¿Dónde decidimos iniciar nuestra vida como pareja? ¿Cómo decidir cuál será nuestro paraíso, nuestro lugar especial, allí donde tanto amamos y nos dejamos amar? Amigas, amigos, deben pensarlo bien: decidir el sitio donde van a celebrar su amor, es esencial. Decidir correctamente. Pueden ir a la vieja Europa, a nuestra Europa; el viejo continente. Lleno de cultura, arquitectura, pintura, historia, romanticismo... O cruzar el charco y hacer las américas, ir a la Gran Manzana, a la capital mundial de la modernidad. Pero yo, queridas amigas –y amigos–, desearía proponerles otro viaje. ¿Por qué no ir a un paraíso permanente? Un paraíso inextinguible. Eterno. A una isla tropical, por ejemplo. Una isla bañada por un mar transparente, translúcido, con una arena blanca o dorada, pero brillante, y con un sol caliente, que tuesta la piel, que enciende la pasión, que quema, que quema... Como también podríais quemar vuestra casa amigas. Prenderle fuego. Incendiar la casa entera empezando por las cortinas; encenderlas desde abajo y que el fuego se las vaya comiendo, que vaya subiendo y que los trozos de tela calcinada vayan cayendo poco a poco hasta que se derrumba el riel. O si tenéis stores, ver como esa tela dura se va arrugando, y como las varillas de plástico empiezan a derretirse y a adoptar las formas más modernas, queridas amigas, y se funden encima del parquet... (Reprimiendo el llanto.) Ese parquet buenísimo, de la madera más cara, que vuestros suegros os dieron como regalo de bodas, amigas. Y el fuego también empieza a quemar el parquet, ¡y llega al sofá! Ese sofá de micro fibra rojo tan fácil de limpiar, tan práctico y tan moderno, empieza a abrasarse. Primero la tela, la fibra sintética desaparece rápidamente, y la espuma se empieza a llenar de agujeros igual que todo se llena de humo y te asfixia. Y el fuego pasa a la estructura de madera que también se achicharra para siempre. Y entonces, ves la mesa, la mesa de aluminio y vidrio, que está al rojo vivo y tú te pones unos guantes de amianto para poder agarrarla y estamparla contra la pared, esa pared de color teja que tu sobrina escogió y que hace tan buen juego con ese incendio… (Reprimiendo el llanto.) ese incendio que es el nuevo dueño de vuestra casa, amigas, y sin pensarlo dos veces la coges y la tiras por la ventana y oyes como esa placa de vidrio de 5 cm. de espesor se estrella contra el suelo, estallando en mil pedazos y lanzando en todas direcciones los añicos de tu corazón. Y entonces vosotras, queridas amigas, estimadas amigas, huís, desaparecéis, os salváis.

PACO: Cariño, ya estoy en casa. ¿Qué hay de comer?

(La MUJER vuelve a colocar los muebles rápidamente en su sitio. Se sienta. Se seca las lágrimas. Se pone las gafas.)

PRESENTADORA: Ay, amigas, desgraciadamente y como ya suele ser costumbre en nuestro programa, se nos ha acabado el tiempo, nuestro propio tiempo. Pero no lo olviden, les emplazamos a todas a la próxima edición de su programa, La Sal de la Vida. Hasta entonces, que pasen muy buen día.

(Oscuro.)


Text (valencià)

LA SAL DE LA VIDA
de Roger Colom i Gemma Peris


1 Personatge: DONA / PRESENTADORA

El text patirà les modificacions necessàries per a caracteritzar les diferents interpretacions des del punt de vista lingüístic: la Presentadora parlarà en l’estàndard televisiu de Canal 9, i la Dona en valencià de l’Horta de València.

L’obra s’inicia amb el muntatge de l’escenografia davant el públic que accedeix a la sala, mentre s’escolten, de fons, les cunyes publicitàries d’una emissora de radio.

El text de les cunyes es el següent:

RADIO LA PUNTA. La radio que ens han furtat.

I ara, amigues, consells dels nostres patrocinadors, prengau nota, vos interessaran.

(Drogueria-Perfumeria Casa Rodríguez)
A la Drogueria-Perfumeria Casa Rodríguez trobarà els millors articles per a l’aseo de la seua llar i de la seua persona. Drogueria-Perfumeria Casa Rodríguez. Visítens a qualsevol de les nostres 27 tendes. Drogueria-Perfumeria Casa Rodríguez. La d’ací al costat.

(Decoració i interiorisme “La Termita”)
Sí amiga, s’ha acabat el bròquil. I també els teus mobles. Si la darrera infestació de cucs de la fusta s’ha menjat els teus mobles, deixant només els ossos i tallaruques de fibres variades, no patesques més. A decoració i interiorisme “La termita” tots els mobles són d’alumini i ferro. Decoració i interiorisme “La Termita” i oblidat de les plagues.

(Acaplloc Viatges)
Les millors vacances, les travessies més exòtiques, els creuers més luxosos. Tot això són palles mentals. No hi ha res millor que quedar-se a casa durant les vacances. Acaplloc viatges li ofereix tot un món de vacances sense haver d’eixir de casa. En Acaplloc viatges li ho organitzaren. Acaplloc viatges, viatges a cap lloc.

(Perruqueria canina Afro)
Diuen que els gossos se semblen als seus amos, però el seu gos és un impresentable, el seu gos se sembla a la Monyos, el seu no és més que un xuxo despentinat. Porte’l a la Perruqueria canina Afro i el seu gos mai s’haurà semblat tant a vosté. Perruqueria canina Afro. Gossos a la moda.

(Librería-Papelería “El Soca”)
¿Es la cultura, un paraíso perdido? Nuestra historia, ¿será siempre una vía hacia la extinción? La poesía, ¿una llanura de olvido? ¿Quiénes somos?, ¿Adónde vamos?, ¿De donde venimos? ¿Qué horas son estas de llegar a casa? En Librería-Papelería “El Soca” encontrará la respuesta a estas preguntas. Librería-Papelería “El Soca” especialistas en libros de autoayuda.

(Immobiliària “La Riuà”)
Les eixides a l’aire lliure sempre són importants per a un xiquet, però tot depén del piso que habite, de l’emplaçament i de les possibilitats que tinga la mare de poder eixir. A Immobiliària “La Riuà” estem disposats a trobar-li el piso ideal. Vinga a vore’ns al carrer Canut 3er, número 25bis, 1er, 2ª. Immobiliària “La Riuà”.

(Etimología “El Pernil”)
El origen de las palabras será un misterio para usted, pero no para nosotros. En Etimología “El pernil” conocemos las fuentes del idioma como nadie más. No tenemos competencia. Etimología “El pernil” donde todas las palabras son mayores.

(Peluquería Francis)
Peluquería Francis. El verdadero lujo de la belleza, la peluquería convertida en arte. Peluquería Francis. Los mejores productos para su cabello, piel y manos. En la Peluquería Francis le recibirán un equipo de profesionales con la más alta calificación municipal.

Peluquería Francis, estilistas, gabinete de belleza, tratamientos faciales, manicura, pedicura, botulismo, drenaje linfático, micro pigmentación, fango terapia, solarium, unisex.

(Universidad Liberal Fernando VII)
Cuqui? Si, estoy supercontenta. Me acabo de sacar el doctorado en técnica especialista en uñas y pedicura por la Universidad Liberal Fernando VII. Estoy super emocionada. Oye, y mañana entro a trabajar en la peluquería de Paquita. Es mi primer contrato basura. Universidad Liberal Fernando VII. Vivan las cadenas!

(Ferreteria l’Angonal)
La pallola té molt mala reputació entre els pares que no l’han patida. A Ferreteria l’Angonal tenim la solució. A Ferreteria l’Angonal hem renunciat a la clandestinitat. Ferreteria l’Angonal, un món de ferros i altres andròmines que ningú sap per a què valen.

(Alta costura “El Caballito”)
¿Resultó una horterada el vestido que llevó usted a la última boda? ¿Oye todavía las risas de sus amigas y conocidas? No se preocupe más. En alta costura “El Caballito” no sólo le pondremos las pilas, sino que la insertaremos, incluso con calzador, en un vestido la mar de bonito. Déjese ya de hacer el idiota y venga a “El Caballito”. Calle Cueros S/n. Polígono industrial de Massamugró.

(Polleria Ca Cecília)
Per a la paella i el forn els millors productes.

Pollastres de granja, gallines de corral, conills com els d’abans i aquells ous de l’abuela.

Tot això ho trobarà a Ca Cecília, una polleria tradicional. Pregunte per la senyora Cecília, el millor tracte i el més personal.

Polleria Ca Cecília. Productes ancestrals.

(Bar París)
Quantes vegades s’ha vist en la necessitat de dinar fora i s’ha trobat que els menús que li oferien eren una merda? Quantes vegades s’ha penedit de no portar el bocata de casa? Bar París. On el bon gust i el preu assequible es donen la mà. Bar París. On li atendran gustosament, Pepe i Marieta. Bar París.

(Carnisseria el Monarca)
Per a governar la monarquia parlamentària, i per a la carn, Carnisseria el Monarca, on vostè trobarà els xuletons més saborosos, les xulletes més exquisides, llonganisses per a fartar-se. I tot açò a preus absolutament espectaculars.

Perquè només lo millor és suficient.

No ho oblide, Carnisseria el Monarca. Ja sap, la del cantó.


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(La dona entra, amb un poal i un motxo, cantant “Tatuaje” de Concha Piquer. Frega. Agafa el multiusos i un drap i neteja l’espill. Deixa el multiusos novament al lloc. Va a la taula, seu. Es posa les ulleres.)

PRESENTADORA: Benvolgudes amigues, molt bon dia i benvingudes a un nou programa: La sal de la vida. Un programa on volem compartir amb totes vosaltres tots eixos xicotets consells per a viure millor, per a viure en harmonia. També per a ells perquè, afortunada o desgraciadament, cada vegada més els homes han d’estar a casa i es preocupen per l’educació, per aprendre a cuinar, per totes eixes tasques que sempre hem hagut de fer les dones; o per què estan parats, o per què desgraciadament s’han quedat viudos, o estan solters. Ells també volem que formen part del nostre programa, La sal de la vida, el vostre programa estimades amigues.

I per què La sal de la vida? La sal, amigues és la xispa de la vida, és l’alegria, la joia, la il·lusió. Una persona salerosa és una persona que convida a la conversa, a la festa, a l’animositat.

El nostre cos és en un setanta per cent aigua, i eixa aigua, el plasma, té gran quantitat de sal, veritat que sí? Per això la sal és vida! Si anem al metge, per exemple, i després d’exhaustius anàlisis ens informen que ens ha pujat el sucre, el metge ens dirà que patim diabetis, i a quasi ningú li agrada estar malalt. A més, si ens fixem, amigues, més del 50 per cent de la paraula salut, és sal! Així que, recordeu estimades telespectadores, la sal és xispa, la sal és vida.

També, per altra banda, pensem: on vivim? Al Mediterrani. El nostre país és bàsicament mediterrani, està banyat pel Mare Nostrum, amb eixa arena càlida, eixe sol brillant i que dona eixa llum especial tan especial i de color taronja, per eixa sal que el vent de llevant ens porta i que ens plena cada dia. Sí, sí, es cert, ja sé que hem direu que hi ha zones al nostre país banyades pel Cantàbric i per l’Atlàntic, però, parem-nos un moment a pensar, fonamentalment atlàntics, són els portuguesos... i total, ells parlen un altre idioma. Així que, tenint clara la nostra mediterraneïtat, eixa sal que està en el aire, que portem en la nostra sang, que ens cobreix cada dia com si fórem... llobarros o abaejos, hem d’aprofitar-la, hem d’emplenar-nos d’ella. Perquè, quan ens alcem pel matí i ens mirem a l’espill, què veiem...?

DONA: No!

PRESENTADORA: Amigues, com ja sabeu, la publicitat mana en la televisió. Ara farem un xicoteta pausa, però en en poc menys d’una eternitat tornarem per a fer-vos companyia, ací, en La sal de la vida. Fins ara.

DONA: Ja està, la ditadeta. Ja ha hagut de passar Paco amb les manasses totes cotxines i deixar-me la ditada en la paret. i esta no se’n va! Hauré tornar a pintar, i que no me n’haja deixat més, perquè vamos! Ai!, pintar, pintar, pintar. Què desastre!, si és que està en meitat de la paret!! I el sofà, hauré de canviar el sofà perquè açò ja no pot ser. Este sofà està fet un asco, i jo, jo estic farta de netejar fundes, hauria de ser un sofà de microfibra, que no s’embruta... I la làmpara, ai!, però Paco no voldrà, i ara jo què faig?

No, ja està, clar, si parle amb Cati. És la seua única nebodeta, de l’únic germà que té, és la nineta dels seus ulls. Sí sí sí sí, sí sí sí, jo parle amb Cati, que a més treballa en una tenda de decoració. Ella parlarà amb Paco. Jo li telefone: “Catalina, cariño, operación re-decoración” i ella m’ajuda, m’acompanya a comprar i sobretot el convencerà.

PRESENTADORA: Amigues, vull que rebem amb un fort aplaudiment a la nostra primera convidada, una gran especialista en decoració i interiorisme, Catalina de la Cruz. Catalina, endavant. Per favor un fort aplaudiment.

(La Presentadora fa aplaudir el públic. No apareix ningú)

Molt bon dia Catalina. La decoració. Com plenar de color, de vida, la nostra casa, com donar-li eixe toc personal, eixe puntet que fa que siga nostra i de ningú més. Començarem, per exemple, amb la pintura, perquè el color de les nostres parets crea ambient, dóna vida, dóna tot això que volem propinar-li a la nostra existència. Per exemple, si volem de decorar la nostra habitació, el dormitori, eixe espai de repòs, de calma i de pau, hem de buscar colors que ens porten al descans, a la calma, a la pau, a la tranquil·litat. Una habitació podria estar pintada en colors tènues, pastels, un agua-marina, un verd, un ocre molt suau, això li donarà un merescut parèntesi a les nostres inquietuds diàries. Igualment que a l’estudi, o a la saleta on reposem desprès de dinar, quan tota la sang ens omple l’estómac deixant-nos postrats, inútils per a cap altra activitat que no siga la siesta.

Per una altra banda, si el que volem és pintar tots eixos espais on rebem els nostres amics, on fem els sopars, les festes, ahí hem de donar-li vida, color, esperit, sal. El nostre saló pintat d’un color teixa, o, si som realment atrevides, per què no anar més enllà, cap als fúcsies, els morats? Això li donarà un punt chic i modern que de probablement sorprendrà a tots eixos amics i familiars que venen a casa, a vore’ns per compromís. El color, el color ha d’emplenar la casa. I no oblidem que tot açò ha d’anar acompanyat per la decoració, per un mobiliari subtil i modern. Les cortines, per exemple.

Les cortines, amigues, són fonamentalíssimes a la casa, perquè visten la nostra llar, són la tela, el vestit de les nostres habitacions; i no tenen per què ser unes cortines clàssiques, de riel, si no voleu. Podeu col·locar eixos magnífics estors que cauen en recte aguantats en eixes varilletes de plàstic i que generalment es poden aconseguir en multitud de colors, que ben combinats, han d’amortitzar a la perfecció amb l’ambient que volem crear al saló o a l’habitació. O, reincidint en la modernitat, si realment sou atrevides, amigues, per què no penjar eixes fantàstiques persianes de vinil que cauen, donant-li un aspecte informal, com d’oficina, trencador, però sense caure en l’extravagància inútil? A més, si en la família teniu un artista, sempre podeu subvencionar-lo per a que vos decore eixes persianes de vinil amb un xicotet collage, o una pintura. D’eixa manera, podeu fer de la vostra casa una llar realment personal, única, en règim de propietat per a sempre, o fins que la mort vos separe. I què em dieu del mobiliari? De tots eixos xicotets i grans objectes, que ens tanquen en una vida més fàcil? Amigues, el pi està passat de moda; sí ja ho sé, em direu: és un gran clàssic, és un moble que dóna calor, és el rei dels materials, és cert amigues. Però en una època en la qual aspirem a la modernitat, on busquem temps, hem de buscar també materials nous, materials que ens ajuden a trobar eixe temps. L’alumini i el vidre, per exemple, amigues, és l’imperi. Imagineu, una taula de centre café, amb una estructura d’alumini brillant i damunt, governant-la, un placa de vidre de dit i mig de gros. Això ens dona espai, la llum es cola per el vidre, amigues, i damunt, a més, amb un sol producte, un multiusos, aconseguirem netejar totes les superfícies de la casa. Guanyarem temps, temps per a nosaltres.

Un dissabte per la vesprada, quan arriba el nostre marit amb els seus amics per veure el partit i es tomben al sofà...

DONA: ...i fiquen els peus damunt la taula i esperen que tu els portes eixos canapés, eixos sandvitxos de mortadel·la que els has preparat amb tant de carinyo, les cervesetes gelades...

Sí, els sandvitxos de mortadel·la que els has preparat amb carinyo, que t’has passat hores i hores en la cuina, però resulta que t’has enganyat de mortadel·la -“Esta no és la mortadel·la de sempre, xata. Es pot saber què collons has estat fent tot el dia? I quina merda de sandvitx és esta?”

Ell només crida, només es queixa...

PRESENTADORA: Amigues, hem d’afeccionar-nos al futbol. Sí amigues, estem en una època, com ja hem comentat abans, d’igualtat de condicions, una època on tots i totes tenim el mateix pes en la societat. Aleshores amigues, tenint en compte que als nostres marits els agrada que nosaltres ens pleguem a les seues afeccions, si a tu t’agrada el futbol i a ell li agrada el futbol, haurà de compartir. Trobareu la mateixa alegria, la mateixa animositat de cara a un esdeveniment com és un partit. Ja no seràs tu la que es passe hores i hores a la cuina preparant eixos sandvitxos, la que haja de baixar al supermercat a comprar les cerveses! No amigues! Tenint en compte que als nostres marits els agrada que nosaltres ens pleguem a les seues afeccions, si a tu t’agrada el futbol i a ell li agrada el futbol, haurà de compartir. Trobareu la mateixa alegria, la mateixa animositat de cara a un esdeveniment de l’envergadura d’un partit. Ja no seràs tu la que es passe hores i hores a la cuina preparant eixos sandvitxos, la que haja de baixar al supermercat a comprar les cerveses! No amigues! Tenint en compte que als nostres marits els agrada que nosaltres ens pleguem a les seues afeccions, si a tu t’agrada el futbol i a ell li agrada el futbol, haurà de compartir. Trobareu la mateixa alegria, la mateixa animositat de cara a un esdeveniment de l’envergadura d’un partit. Ja no seràs tu la que es passe hores i hores a la cuina preparant eixos sandvitxos, la que haja de baixar al supermercat a comprar les cerveses! No amigues! Ell voldrà compartir tot això amb tu, voldrà formar part d’eixa preparació, igual que tu formes part de l’eucaristia nacional que és el futbol.

I què té el futbol que faça que nosaltres ens puguem afeccionar? Ara em direu, ai picarona! Pensem, vint-i-dos homes, quaranta-quatre cames, joves, àgils, energètiques, musculoses, suades, plenes de cicatrius de les múltiples operacions de menisc i peroné. Amb eixos equipaments de pantalonet curt, amb eixes samarretes de fibra sintètica, eixos calcetins. Els futbolistes són joves i rics. Qui no voldria un futbolista com a marit? I tot açò, sense comptar amb els tres personatges de negre que corren amunt i avall fent sonar el xiulet i deixant caure tot el pes de la seua autoritat. Bo, ara ja no van de negre. Perquè per sort amigues, també la modernitat, també la moda s’instal·la en els nostres esports. Sí amigues, la moda.

Vull que rebem amb un fort aplaudiment a la nostra següent convidada, la nostra especialista en moda i estètica, Jennifer Barberà, per favor un aplaudiment.

(L’actriu fa aplaudir el públic. No apareix ningú.)

Jennifer, benvinguda novament a La sal de la vida, seu ací, per favor, prop de mi. La setmana passada comentàvem com la moda dels futbolistes havia penetrat la nostra vida quotidiana i hui anem a introduir-nos en un nou esport, que també té molt a veure amb els futbolistes, estem parlant, com totes vosaltres ja haureu imaginat, del golf. Però abans, si no t’importa, Jenni, jo voldria que tornarem al tema dels futbolistes. Veuràs, l’altra nit, en una festa... Per què la gent de televisió, benvolgudes amigues, també eixim per les nits, ens agrada anar de festa, divertir-nos vaja, també tenim la capacitat, encara que de vegades escassa, de disfrutar de la vida. Doncs, el que et deia Jenni. L’altra nit, en un sopar amb gent de la televisió, vaig veure entrar una joveneta -bueno, no tan jove: tindria uns vint-i-quatre, vint-i-cinc anys- que anava exquisidament vestida. Exquisidament vestida però al mateix temps, molt juvenil, jovial, molt fresca. Portava un pantalonet estret molt ajustat, no excessivament curt, perquè no pretenia anar provocadora, amb una camiseta ampla amb un escudet esportiu, i un detall que em va encisar: al cap portava, a mode de tocado, un mocador o bufandeta esportiva, que li donava un punt d’absoluta... gràcies Jenni, d’absoluta esportivitat. I això m’incità a cavil·lar molt, però moltíssim. Com podem adaptar tota eixa moda esportiva a la nostra vida quotidiana, als nostres esdeveniments, a les nostres celebracions? Pensen-ho amigues, com seria de meravellós poder anar a una boda, a un còctel, o a un sopar, còmodes al mateix temps que elegants i gens ostentoses. Una falda prisada, amb un teixit brillant i amb caiguda, una camisa o samarreta que no vaja massa pegada al cos i amb un xicotet detall, l’escut del nostre equip preferit; i a les cames, una altra de les coses que m’apassiona de l’esport, agafem eixes mitges llargues, que acaben per damunt del genoll, en colors vius i amb un dibuix que faça joc amb l’escut de la camiseta; i per fi amigues, la revolució,. Coronem el peu amb una sabata brillant, de xarol o de qualsevol material semblant, molt de moda, elegant i plana. Ai amigues, poder anar planes. Quantes de nosaltres hauríem volgut anar planes, sense perdre l’elegància, a la celebració dels moments més importants de la nostra vida?

DONA: Bueno, jo hauria donat milions per poder anar planeta el dia de la meua boda. Tu no saps el que és que en la discoteca a les cinc del matí et notes els peus com a munyonets; menos mal que en el huitanta-quatre, les sabates eren de tacón cubano, que era taló però xicotet. El dia de la meua boda... Jo, era la dona més feliç del món. Anava perfecta per dins, i per fora. Però per a arribar ahí... Depilació completa, a la cera, de cames, engonal i axil·les, i depilació elèctrica en celles i bigotet... I la manicura, pedicura, massatges corporals. Bo, i el règim. Dos mesos de régimen estricto, però estricto eh? Tot era bullit, verdura bullida, pollastre bullit, carn bullida, peix bullit, arròs bullit, sense contar que dos dies abans de la boda haguí de fer el régimen de la Luna: dos dies a base de tres litres i mig d’aigua amb llima al dia. Ara, arribí perfecta. El meu vestit... a mi és que m’encanta Audrey Hepburn i m’apassiona la pel·lícula Sabrina. Jo volia el vestit que porta Sabrina en la festa només arribar de París. Un vestit amb escot paraula d’honor tot ajustat al cos, amb una espècie de vol i una cua que no arriba a tocar a terra. El modista no parava de queixar-se: “Vamos a ver bonita, cómo te lo tengo que decir, vos no tenés tetas para lucir ese vestido. No las tenés, querida, i no las vas a tener nunca. Mirà, no pienso pasarme horas y horas para que al final te quede como una mierda i además tenga que firmarlo yo. Me entendiste?” Mentida. El firmà ell, i es passà hores i hores i hores, però va quedar... Total al final només li feien falta dos balenetes ben col·locades i relleno, perquè això sí, la meua davantera no és cap potència mundial, no ho vaig a negar. Però anava...!

(Agafa el motxo i es posa a netejar. Mentre neteja canta una copla o bolero que no siga “Tatuaje”.)

I el pentinat, el pentinat va ser...! Jo tenia el monyo llanguíssim, una cascada de rulls com no te l’imagines, em queia tot per l’esquena, per ací. Me’l pentinà Paquita, bo, Francis, es que resulta que fa uns anys se n’anà a Barcelona a fer un curs d’esteticienne, a l’Instituto de Belleza Francis de Barcelona, i quan tornà... “Señoras, se acabó, a partir de ahora, me van a llamar Francis. Cambio el rótulo i me modernizo: Peluquería Francis. Estilistas. Gabinete de belleza. Tratamientos faciales. Manicura, pedicura, botulismo. Drenaje Linfático. Micropigmentación. Fangoterapia. Solarium. Unisex. Financiación personalizada.” Les clientes més jòvens dius, bo, t’acostumes, però les més majors, “Xica tota la vida dient-te Paquita i ara t’hem de dir Francis? Tan bonic que és Paquita! Ai, quanta modernitat i quina poca gràcia, la veritat.” Al final en el poble tots li diuen Paquita-Francis, s’ha quedat així. Davant d’ella no li ho diuen clar, però en Paquita-Francis s’ha quedat. Menys alguns hòmens, que totes sabem com són, que quan et veuen anar diuen: “Què vas, a veure si t’arregla la mula?” Per allò de la mula Francis. Però, a l’hora de treballar és la més treballadora. Una altra cosa no, perquè és manifassera com ella sola; a les pobres xiquetes que treballen amb ella les porta màrtirs, tot és buscar-los nòvio; però bo, pentinar, pentina de meravella eh?, les coses com siguen. M’agarrà el monyo - ai, perdó -,(va a deixar el motxo al seu lloc) vam estar 4 hores i mitja, primer me l’enrotllà tot en el cap, me va fer la toga, amb la misanplis, i desprès passarem a la planxa, tot planxat, planxat, va quedar llis, com un tauló, recte, absolutament llis, ja m’arribava per ací, jo no havia tingut el monyo tan llarg en la vida, estava emocionada. I davant em va deixar dos metxons rulls que, la veritat, jo primer no sabia per a què eren, però després em va dir “Te voy a hacer un recogido deshecho pero muy trabajado, y con esos dos mechones te voy a dar un toque romano” i me’ls enganxà en unes floretes de taronger, de decoració, que feien joc amb el bouquet que jo portava en la meua boda. Quina entranda en l’església, jo era la dona més feliç del món, quan me’n recorde encara se’m posa la pell de gallina.

(Es veu la cara a l’espill.) On he deixat jo el maquillatge? Ah, mira-lo. (Va cap a la taula. Agafa l‘estoig.)

PRESENTADORA: (Dempeus mirant al públic) El maquillatge, és d’una importància extrema, és la nostra carta de presentació, la nostra imatge davant el món. Com aconseguir un maquillatge perfecte? Com aconseguir tots eixos tocs que ressalten la nostra personalitat? Vull que prenguen nota d’estos xicotets consells, patrocinats per “Casa Rodríguez. Drogueria-Perfumería” la d’ací al costat.

(Seu. Obre l’estoig i deixa caure el seu contingut damunt la taula.)

UN: Començarem amb una crema hidratant, sempre poden escollir-la amb un xicotet to de color, però mai superior al to de la seua pell. Això li donarà lluminositat, vida. D’ací passarem al DOS: corrector d’ulleres i llavis: llum, amplitud, un rostre per a la seducció. I tot açò matisat amb TRES: una bona base de maquillatge rematada amb pols d’arròs per eliminar eixos brillos que a cap de nosaltres agraden donant-nos l’autèntic to de porcellana que desitgem. I ara QUATRE: els ulls. Els ulls són importantíssims. I hem d’utilitzar un perfilador molt suau, que ens allargue la mirada, que ens la faça ametlada, i li done certa profunditat espiritual, que naturalment serà autèntica; i tot açò, acabat amb CINC: el rímmel. Com allargar eixes pestanyes, amigues, i com fer-les infinites, per tal que la caiguda de la nostra mirada siga la més sensual? Acte seguit SIS: el coloret. Amb el coloret han d’extremar la precaució, perquè tots els rostres no són iguals. Han de saber estudiar-los, i si tenen la cara redona, ovalada o tirant a quadrada, el coloret anirà en un lloc diferent. Estudien-se bé les faccions de la cara. I finalment, amigues, el més important, el que li va a donar realment vida a la nostra cara, SET: els llavis. Els llavis han de ser sensuals, han d’incitar i provocar que la gent tinga ganes de besar-nos, de seduir-nos, encara que nosaltres no vulguem que ens bese, ni que ens seduesca ningú. Els llavis han de ser grossos, carnosos, brillants. Si per desgràcia ès vostè una dona de llavis prims, no es preocupe, amb un perfilador, sempre del mateix color que els teus llavis, dibuixant per damunt de la línia del propi llavi, aconseguirà eixa carnositat que busca. I finalment, VUIT: el color. El color ha de ser ters i brillant. Però sobretot, amigues, ha de ser permanent. Perquè la nit és llarga, i bevem, fumem, el nostre marit també fuma i també beu, i potser és passa i nou: et pega una hòstia... (Reprimint el plor) I el pintallavis no es pot córrer mai. Davant del món aspirarem a la perfecció. És la nostra força.

DONA: (Comença a guardar els diferents estris a l’estoig.) El maquillatge de la meua boda, me’l féu Paquita-Francis. Era fantàstic. A més me digué: “Pero si tu ya tienes carita de ángel cariño; nada, unos retoquitos, que solo brilles, que seas la más guapa.” I sí, sí, el que més m’agradà va ser que em durà tota la nit, fins i tot després del banquet; casi no m’haguí de retocar, era perfecte.

Ui, el banquet! Imaginat un gran saló, amb una taula presidencial enorme, i davant taules redones, per a deu comensals cada una d’elles. Amb mantells de lli, les quatre copes, tots els coberts. I el menú. De primer jo volia unes frivolités, ja sabeu: salmó, caviar, fumats, paté. Però el meu sogre: “Frivolidades en una boda? En una boda, de primero, tiene que haber entremeses, como Dios manda, como se ha hecho toda la vida.” És que el meu sogre és foraster, bo, tota la família de Paco és forastera, i en entremeses se quedà, això sí, de pata negra: jamón de Teruel, lomo embuchado... De segon posàrem marisc. A mi m’havien dit que el marisc és afrodisíac i clar, venia la nit de bodes i xica, jo volia provar. Vieires, ostres, navalles, percebes, berberetxos, gambes, llagostins... I de tercer el plat fort, la guinda: pato a la naranja. El meu sogre tornà a queixar-se: “Ja, ya ves, pollo en una boda, habrase visto. ¿Pero se puede saber esta niña en que está pensando?” El que sí que li agradà va ser el postre. Pijama, en les seues banderetes i els parasolets, i el pastís. Tarta al whisky semi-fría. Sis pisos de pastís, amb les dos figuretes dalt del tot. El tallàrem en una espasa toledana impressionant.

I el regal de la padrina, els puros del padrí. Això sí, jo vaig complir amb tots els requisits d’una nòvia tradicional: una cosa nova, una cosa vella, una cosa regalada, una cosa blava, el corte de la liga i el de la corbata, que, per cert, traguérem moltíssims diners.

Va ser un banquet fantàstic. Xica, diguera el que diguera el meu sogre, qui realment entenia de gastronomia quedà encantat!

PRESENTADORA: La gastronomia és de capital importància a la vida moderna. Pensem, els grans avanços tecnològics, tots eixos electrodomèstics que ens arriben nous per a cuinar amb més facilitat, més ràpidament, més còmodament. Tots ells, electrodomèstics que ens van a donar temps, a nosaltres, el nostre temps. Combinar les antigues receptes tradicionals, amb les noves tècniques culinàries. Podem passar de un potatge a una crema de verdures, a una espuma de xoriço, a una mousse d’anxoves i regalèssia. Els productes de temporada, la cuina de mercat, amigues, això és la modernitat. La vertadera cuina està en aconseguir el punt de cada menjar. Tornem, si vostès volen, al nom del nostre programa: La sal de la vida. Ja sabeu “qui cuina dolç, cuina pa tots, qui cuina salat cuina pal gat”. Però, encara que no tinguem gat, ni podem cuinar dolç, ni podem cuinar massa salat. Hem de trobar el punt just! Eixe punt que farà que el nostre marit, desprès de l’àgape que li hem preparat, es quede tranquil, relaxat al sofà, i tu et lliuraràs d’eixa somanta de palos, que tots i totes, en algun punt de la nostra vida, ens haurem de meréixer.

DONA: El que de veritat sabia de cuina era m’abuelo. Feia unes paelles i un suquet de peix que allò era glòria divina. M’abuelo, que en glòria estiga, era l’historiador del poble, en companyia del senyor metge, que ja està molt major també. Però de jòvens eren socis comercials. Resulta que aprofitant la bona situació social del senyor metge i els contactes comercials de m’abuelo, varen decidir dedicar-se a l’estraperlo. Però no a l’estraperlo de productes de primera necessitat: farina, sucre, llet, arròs, carn, no, no. Ells es dedicaren a l’estraperlo d’artículos de lujo. Eixos eren els productes de primera necessitat de les classes altes: Abrics de pell, sedes fines, joies... no? Una nit, m’abuelo havia de reunir-se amb un contacte per replegar un carregament d’abrics de pell i desprès de trobar-se en un bar, varen anar al magatzem. Aquella nit hi hagué una redada de la guàrdia civil. I detingueren a m’abuelo i al contacte. Jo no vull ni imaginar-me com se posaria m’abuela aquella nit! Estigueren tota la nit d’interrogatoris, primer al contacte, després a m’abuelo, després a m’abuelo, i altra vegada al contacte. Per fi, a les huit del matí a m’abuelo el deixaren lliure. Això sí, li tornaren tot el carregament d’abrics de pell, perquè clar, qui anava a comprar eixos abrics eren les dones dels mandos, i les amants claro. A qui no soltaren va ser a l’altre, sembla ser que es dedicava a l’estraperlo de penicilina i en aquella època, i per culpa d’això, va morir molta gent. Però bo, la qüestió és que desprès de molts anys i aprofitant la seua bona situació i els estudis històrics que tenia de la ciutat, volgué construir el Nou Casinet, l’antic casinet l’havien tirat els nacionals, durant la guerra i m’abuelo volia tornar a alçar-lo, era el seu lloc de reunió. Va quedar! Unes cristalleres en l’entrada, de molts colors, i dins, un saló grandiós amb el piso de marbre, i taules redonetes, amb cadiretes a joc. Era estil anys cincuanta, que ara torna a estar de moda.

Allí es reunien, organitzaven sopars, balls, celebraven els jocs florals, feien les seues tertúlies, llegien el diari, anaven a jugar als escacs. Allí, m’abuelo li ensenyà a jugar als escacs al Monarca.

El Monarca és el carnisser del cantó. El malnom li’l posà m’abuelo, per allò de les monarquies absolutes. Resulta que de jove, i fins ara, li agarrà la mania de dir-li a tot absolutament algo: “La carn de hui, carinyo, està absolutament fresca”. “Xica, tu t’has percatat de la climatologia tan absolutament gèlida que s’ha girat est hivern?” O, si no, quan veia a m’abuelo: “Senyor Vicent, vostè si que és, absolutament, un senyor”. Quan vaig a comprar-li, ell, que és més agarrat que un xotis, encara em fa descompte: “En memòria de t’abuelo, carinyo, que m’ensenyà a jugar a l’ajedrez i me donà un poquet de trellat, que falta em feia. T’abuelo era de lo que no n’hi ha.”

De xicoteta anava al casinet en m’abuelo, a mi també m’ensenyà a jugar als escacs, i ens pasavem vesprades senceres jugant, i de vegades es deixava guanyar. Amb ell no m’avorria mai. De vegades encara jugue als escacs amb el Monarca, però a ell sempre li guanye.

M’abuelo no cridava mai, però el que deia anava a missa. Un dia estava discutint amb ma mare i li va dir: “Mira filla, tu faràs el que voldràs però la xiqueta -es a dir, jo- farà la selectivitat. Potser que un dia haja de valdre’s per ella mateixa i ha de ser capaç de fer-ho.”

I vaig passar la selectivitat en nota.

Molts dies passejava amb m’abuelo i passàvem per casa de Cecília, la pollera, i ell sempre em deia el mateix: “A esta dona tracta-la bé sempre, que ja ha patit prou, i massa”. Sembla ser, que fa molts anys, la senyora Cecília tenia un nòvio d’ací del poble, i una nit, la policia el va arrestar, i ja no tornà a aparèixer mai més. Ella, amb el sofoco se’n va anar del poble tres mesos després. Hi ha qui diu que se n’anà a avortar, però jo no tinc proves, i a mi marmolar no m’agrada. La qüestió és que se n’anà i no tornà hasta quatre o cinc anys després, i això a molta gent li semblà raro. A vore, la seua família li ajudà a montar la polleria i a partir d’ahí es va desentendre d’ella per complet. Normalment és l’ama de la casa la que va a comprar. Però la seua família no anava mai. Ells enviaven a la criadeta. De fet, quan Cecília va obrir la polleria m’abuela tampoc anava. Anava a una altra, a la que havia anat tota la vida i que parava més lluny. Un dia m’abuelo li va dir: “Mira Amparito, en esta casa, mentre Cecília tinga la polleria oberta, i jo estiga viu, es compraran els pollastres, les gallines, els ous i els conills en ca Cecília; i si no, en esta casa no es menjaran pollastres, gallines, ous ni conills; i si ho compres en qualsevol altre lloc, jo m’enteraré, i tu i jo tindrem problemes, t’ha quedat clar?” Quan era xicoteta ma mare m’enviava a mi a comprar a ca la senyora Cecília, i ella sempre me donava un tros de pollastre, o de gallina i em deia: “Açò és per a t’abuelo, per al caldo, però no li ho digues a ningú.” A vegades, quan anem a replegar a ma mare després de missa, els diumenges, la veig passejant, sempre trista, sempre sola.

Es que els diumenges anem a dinar a casa de ma mare, o la de la meua sogra, cada diumenge a una, però abans anem, amb el germà de Paco i la seua dona, a fer-nos el vermut al bar de Pepe i Marieta. Quina parella, la seua història no té desperdici. Un moment.

(Aparta la taula cap a un costat de l’escenari i apropa el silló i la làmpara al prosceni. Seu.)

Ells són del poble de tota la vida. Vivien en el mateix carrer, pràcticament porta amb porta. Però es duen cinc anys de diferència, i clar, com quan eres jove, i tens eixa diferència d’edat, no t’acabes mai de juntar, i no acabes de conèixer mai a les altres colles, doncs no se coneixien. La qüestió és que fa anys, els dos, per separat, clar, decidiren anar a França a treballar, a París. Pepe començà treballant en els soterranis de Paris, és un gran coneixedor del metropolitain, però acabà treballant de cuiner, en un restaurant del Bulevard de les Males Herbes, que era el que realment li agradava. Marieta se n’anà a servir, i acabà treballant de cambrera, en un restaurant de Bulevard de les Males Herbes, el mateix de Pepe. I clar, es trobaren. Alegria i sorpresa, imagina-t’ho, la terreta tira molt. Pepe en aquell moment tenia una nòvia francesa, segons ell, molt repipi, però en quan va veure a Marieta... s’acabà la nòvia i s’acabà el repipi. S’enamoraren perdudament; es posaren a festejar, i en quan pogueren agarraren tot lo que havien guanyat i tornaren al poble. Ací es casaren i muntaren el bar París. Pepe s’encarrega de la cuina: desdejunis, esmorzars, aperitius, tapes, dinars, berenars i sopars. Marieta l’ajuda, però la seua faena és el saló, servir els clients, tindre-ho tot a punt, i és delicadíssima. Posa copes d’aigua i de vi, no de les cares, però copes. La coberteria sempre està brillant; sempre treu plats de decoració. Una de les coses que més m’agraden és que posa mantells de tela, de quadres, però de tela. No suporte els mantells de paper, son un quiero y no puedo, a més que sempre passa el mateix: Un dia quedes a dinar amb els amics, i el teu marit, com sempre, agarra el ganivet i comença a tallar el mantell. Tenen eixa mania, com si no saberen fer una altra cosa. O si no agarra el boli i comença a practicar la seua signatura i ala, ja tens mig mantell tot ratllaet. I clar, els xiquets ho veuen tot i ho copien tot. I arriben festes de Nadal i dinem tota la família, i tu prepares la teua taula, amb un mantell de lli, blanc, perfecte, nou, i arriba el xiquet i, o intenta tallar-lo amb el ganivet, o agarra el boli de son tio i comença a dibuixar, i tu estàs tot el dinar histèrica! Però es que... i mira, digues-me maniàtica si vols, però les formes en la taula són importants, i Marieta les té.

Paco i jo anàrem a Paris de viatge de bodes precisament per Marieta, perquè si fóra per Pepe. Pepe no para de renegar: “França? França és un fer la mà, home. Ahí et mates a treballar més hores que un tonto, per una misèria i sempre eres un emigrant, un citoyen de segona categoria. Jo no, jo no tornaria, fixa’t tu el que et dic.” Marieta és tot el contrari, ella és més romàntica, com jo, i sempre em deia: “Ves a París dona, jo em vaig enamorar a París”. I anàrem a París. A més a mi em feia moltíssima il·lusió, perquè, en l’Institut, havia estudiat la Revolució Francesa i jo tenia moltíssima curiositat per veure la presó de la Bastilla – ma mare s’ha passat la vida dient que soc un xica massa curiosa -, però jo volia veure eixa torre enorme, tota negra i mohosa on havien guillotinat a tants reis, ducs, marquesos... vaja, que els havien tallat el cap. Quan arribàrem a París, de la Bastilla només quedava un pilonet, ja veus tu, quin despago. Però bo, millor, perquè tindre eixa torre tota negra i sanguinolenta al costat d’edificis com l’òpera, o la la plaça dels Vosgos, queda... no sé... com poc fi?

(S’alça i li parla directament al públic.)

PRESENTADORA: Els viatges per a novençans, amigues, el viatge que marca l’inici -i possiblement, el destí- de la nostra trajectòria com a parella. On decidim començar la nostra vida com a parella? Com decidir quin serà el nostre paradís, el nostre lloc especial, allà on tant vam estimar i ser estimades? Amigues, amics, han de pensar-ho bé: decidir el lloc on van a celebrar el seu amor és essencial. Decidiu correctament. Podrien anar a la vella Europa, a la nostra Europa; el vell continent, un continent ple de cultura, arquitectura, pintura, història romanticisme... O creuar el xarco i fer les amèriques, anar a la Gran Mançana, a la capital mundial de la modernitat. Però jo, benvolgudes amigues i amics, vull proposar-los un altre viatge. Per què no anar a un paradís permanent? Un paradís inextingible. Etern... Una illa tropical, per exemple? Una illa banyada per un mar transparent, translúcid, amb una arena blanca o daurada, però brillant, i un sol calent, que vos torra la pell, que vos encén de passió, que vos crema, que vos crema...

Com també podríeu cremar la vostra casa, amigues, pegar-li foc. Incendiar la casa sencera començant per les cortines; encendre-les des de baix i que el foc se les vaja menjant, que vaja pujant i que els trossos de tela calcinada vagen caient poc a poc fins que es cau el riel. O si teniu estors, veure com eixa tela dura comença a arrugar-se, i com les varilletes de plàstic comencen a fondre’s i a adoptar les formes més modernes, i es fonen, benvolgudes amigues, damunt del parquet... (Reprimint el plor) Eixe parquet caríssim, de la millor fusta, que els vostres sogres vos varen donar com a regal de bodes. El foc també comença a cremar el parquet, i arriba al sofà! Eixe sofà de microfibra roig, tan fàcil de netejar, tan pràctic i tan modern, comença a abrasar-se: primer la tela, la fibra sintètica desapareix ràpidament, i l’espuma comença a omplir-se de forats, igual que tot s’omple de fum i t’asfixia i el foc passa a l’estructura de fusta que també se socarra per a sempre. I aleshores, veus la taula, la taula d’alumini i vidre, que està al roig viu i tu te fiques uns guants d’amiant per poder agafar-la i estampar-la contra la paret, eixa paret color teixa, que la vostra neboda va escollir i combina tan bé amb el foc… (Reprimint el plor) eixe foc que és el nou amo de la vostra casa, amigues, i sense pensar-t’ho l’agarres i la tires per la finestra i notes com eixa placa de vidre de dit i mig de gros, esclata com un traca, trencant-se en mil pedaços i llençant en totes direccions el vostre cor fet a miques. I és aleshores quan vosaltres, estimades amigues, benvolgudes amigues, fugiu, desapareixeu, vos salveu.

HOME: Carinyo, ja estic en casa! Què hi ha per a dinar?

(La DONA torna a col·locar, ràpidament, els mobles al seu lloc. Seu. Es seca les llàgrimes. Es posa les ulleres.)

PRESENTADORA: Ai, amigues, malauradament, i com ja sol ser costum en el nostre programa, se’ns ha acabat el temps, el nostre temps. Però no ho obliden, les esperem a totes en la pròxima edició del seu programa, La sal de la vida. Fins aleshores, que passen molt bon dia.

(Fosc)